Secretos de guantera. En la carretera con Miguel Ríos (2) (Por Charly Hernández. Fotos: Luis Amador Castellano)


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Hombre, yo veo, pienso y opino que el vinilo está volviendo a resurgir, aunque nunca se fue, pero está volviendo a tomar importancia en el mercado y también gracias a Internet, muchos artistas noveles están dándose a conocer gracias a ello, pero el problema es lo que dices; que el formato físico pierde valor y es una pena.
Lo del vinilo siempre existirá, pero se harán cosas minoritarias, para exquisitos, de las cuales no se podrá vivir. Vivir de la música, que es lo que desean todos los profesionales en cualquier profesión, es muy difícil para la mayoría de los músicos. Simplemente comprar equipo es carísimo, sigue siendo un oficio muy caro mantenerse. Ensayar es caro, los locales de ensayo son caros y luego actuar es cada vez más difícil para la gente desconocida, y los ayuntamientos en sus bolos de verano sólo apoyan a los artistas que tienen más difusión, más medios.
Respecto a Internet, ahora se están vendiendo más canciones en la red que en las tiendas, por lo menos en Estados Unidos y en muchos de los países de nuestro entorno. La gente no quiere tener soportes porque les resultan incómodos y la industria sabe que se van a piratear, pues entonces se crean contenidos. Ahora está lo del streaming, música a la carta. En ese sentido, bueno… la verdad que esa es una guerra a la que yo no me presto, tío, porque ya no es la mía. La seguiré con mucho interés porque, evidentemente, soy un tío muy curioso y aprenderé hasta el día que palme. Pero no voy a pelear porque ya no estoy en este mundo (risas).

Te vi el 8 de septiembre con Aterciopelados en Madrid y me resultó grave que la policía… bueno y los vecinos que se quejaban del ruido hizo que el concierto del grupo colombiano se cortara casi por la mitad.
No me enteré porque íbamos a haber tocado de 8 a 9 de la tarde y luego nos llamaron y nos dijeron que se había retrasado la actuación, pero yo tenía una cena, así que canté y me tuve que ir. Luego me enteré, al otro día, de que habían suspendido el concierto y de todo lo demás.

Fueron quejas de los vecinos por el ruido y en Madrid ya sabes, hay mucho lío con esto de las actuaciones y muchas normas de que a una hora hay que cortar.
Sí, Madrid es una ciudad inhóspita para la cultura popular. Todo lo grande que fue para la época de La Movida, todo lo extraordinaria y renombrada que fue a nivel, casi, planetario… y ahora mismo es una ciudad totalmente carca, tío. Una ciudad donde no pasa absolutamente nada en ningún aspecto y mucho menos con lo que tenga que ver con la modernidad. Mira donde están sucediendo las pocas cosas que suceden, en Barcelona y en la periferia, en lo que antes se llamaba provincias. Madrid, es una ciudad que se la ha cargado la derecha más retrograda, la de Álvarez del Manzano, que eran gente que la cultura popular no la tragaban, para ellos la cultura es siempre con mayúsculas y tiene que ver con lo decimonónico… No están para nada por la labor de hacer una ciudad joven, moderna y cultural.
Lo de Aterciopelados me dio mucha pena no estar ahí para haberles ayudado y haber protestado duramente y decirle a los vecinos… en fin. Yo ya te digo que tocar en Las Vistillas es una mierda porque es un sitio pequeñísimo y ahí siempre alguien se va a molestar… A mí me pareció, viendo el ambiente, que el festival de cooperación tenía que haber sido en otro lugar, haberlo hecho en otro espacio sin tener que pedirle permiso a ningún ayuntamiento, que sea contrario a la ideología que se perseguía en el festival, que era algo así como “vamos todos juntos a conseguir el 0,7% para donarlo.”
La derecha cuando estuvo en el poder reprimía cualquier intento de integración de la gente que venía de fuera, así que es absurdo pedirle ayuda para que te cedan un sitio a alguien que no cree en eso. Yo cuando hablé con la Secretaría de Estado para la Cooperación, que estaba allí y me contó las pegas que inicialmente le pusieron desde el ayuntamiento, le dije que había muchos más sitios donde se puede ir a tocar, aquí o cerca de Madrid. Está Rivas, u otros pueblos cercanos que son favorables a la causa de la solidaridad o incluso alquilar un local.

Como El Matadero.
El Matadero está muy bien porque no molestas a nadie y se hacen cosas estupendas. Tienes una explanada gigantesca. Pero bueno, que aprendan para que el año que viene lo hagan allí.

¿Tú crees? ¿Crees que aprenderá la clase política a respetar estas cosas? Como lo que hicieron aquí en Madrid intentando cerrar “El Johnny”.
Sí, mira. ¿Sabes qué pasa? Nosotros los músicos nos hemos convertido en una clase pasiva. El sentido de la lucha sindical de clase nunca lo hemos tenido. Si hubiéramos sido un colectivo que nos organizáramos como los actores o como los trabajadores de los altos hornos de Bilbao o de los astilleros, su hubiéramos tenido esa conciencia de clase a nosotros no nos hubiera pasado lo que nos ha pasado. Y tendríamos la posibilidad de tener una voz única y responder ante todo tipo de abusos que están haciendo con toda nuestra profesión. Porque nadie se preocupa de saber cuántos miles de parados hay ahora mismo en el sector cultural en la música.
Ahora mismo que estoy haciendo un tour y sé qué cantidad de trabajo había el año pasado y el anterior, pues este año no hay ni la mitad de la gente trabajando que había el año pasado. Son muchos miles de personas, en toda España, las que han perdido el trabajo, como trabajadores autónomos, de las tiendas de discos cerradas, de las compañías disqueras, de las empresas de alquiler de equipos, etc... Pero aquí los músicos teníamos que habernos puesto a protestar: “Miren que a mí no me pueden cerrar los sitios donde toco sino me dan otra alternativa.”
Los gobiernos autonómicos y el nacional tienen que velar porque este tipo de manifestaciones siga siendo posible, porque si tú cierras un local como ahora “El Johnny” estás cerrando treinta o cuarenta años de historia, de haber contribuido a la formación intelectual de muchísimas personas. Al mismo tiempo, están impidiendo que muchos profesionales vivan de su trabajo y es nuestra obligación defenderlo con las razones que nos amparan. Aquí si protestamos y empezamos a escribir todos nuestra protesta, tenemos fuerza… afortunadamente hemos reaccionado y se ha parado, pero esto al cuarto de hora, cuando estemos insensibilizados, lo montan otra vez, se lo llevan y adiós.
No sé, la verdad es que tendríamos que haber aprendido más de otras profesiones que se han visto obligadas a luchar y han conseguido, por lo menos, vivir con una dignidad.

Pienso como tú y opino también que el país y la sociedad anda aletargada, tal y como está todo, sigue siendo muy conformista.
Sí, es conservadora… mientras no sea que les quiten las cosas que ellos valoran con un valor inmediato, que la copita no se la quite nadie ni el porrito en el parque. Yo creo que la gente no lucha, incluso esa palabra “lucha” se ha quedado demodé, y claro, de eso se aprovecha la otra parte de la sociedad que al no ver contestación de ningún tipo, hará lo que quiera con nosotros.

Pues ahora que nombras la lucha musical, que hay que hacer algo… me viene a la memoria el nombre de Quique González, que de nuevo toma las riendas de su trabajo yéndose de la discográfica, digamos que se ha liado la manta a la cabeza.
¡Su último disco, Daiquiri Blues, es genial, tío! Es brutal, el mejor disco de Quique en años. Es una persona que está ya dentro de una categoría y muy reconocida. Gente que puede tocar en teatros, que tiene público fiel que le va a ir siguiendo en ese tipo de formato intimista… el es un maestro y va a sobrevivir. Pero es una pena que la industria no haya estado detrás de su último disco como debería, porque está detrás de discos malos y es ahí donde radica el mal. Es un muy mal síntoma que la industria no apueste por la calidad. Que deje que discos como el de Quique se les escapen. Es confiar muy poco en la inteligencia de sus clientes, ese ha sido el gran problema. Warner tenía que haber peleado por ese disco y lo ha dejado escapar por razones que no voy a revelar. Eso mejor lo cuente Quique que es el padre de la criatura. Pero ya te digo, el disco merecería que las compañías se pelearan por él, porque es un disco brutalmente bueno.

Hubiera sido una pena que no hubiera llegado a ver la luz.
Ese disco ha salido con más o menos dificultados pero vosotros, que estáis al otro lado de la trinchera haciendo difusión de lo que sale, tendríais que ayudar, darle espacio, convencer a la gente de que es un tío que merece la pena tener en cuenta y que siempre ha hecho discos cuando menos muy buenos y, en algunos casos, extraordinarios.

Para ir acabando… salió casi a la misma vez que tu disco, un tributo llamado Bienvenidos donde aparece gente como Loquillo, Bunbury, Iván Ferreiro, Los Secretos… que son gente que nos pusieron en el mapa, como por ejemplo Bunbury con Héroes del Silencio pero sin embargo son músicos (algunos) que no tuvieron colaboraciones anteriores contigo ni vuestras carreras están tan ligadas. Me encanta la versión de Enrique, por ejemplo.
Sí, es genial. Ciertamente nosotros no hemos tenido mucha relación, porque existe un salto generacional. Ellos siempre que me han visto a mí, en privado, me han manifestado, bueno, iba a decir admiración, pero no es la palabra, pero sí su respeto por el hecho de que yo haya llevado tanto tiempo y haya hecho algunas cosas por la profesión, como dignificar el rollo de los escenarios, hacer conciertos con buenos equipos…
No hemos sido amigos ni tampoco lo somos, quiero decir que no hay una amistad como con Quique (González), que salimos, nos vemos, nos tratamos… pero eso no quiere decir nada. A mí la música que hacen me parece fantástica y todo el respeto del mundo como músicos, aunque tenga menos relación o no sean de mi círculo íntimo.
Yo creo que lo el tributo es la idea de una compañía de discos que llama a unos cuantos compañeros y les propone hacer un disco con las canciones de un señor determinado. Normalmente esto funciona así, si hay material que tú puedas hacer tuyo, como pasa en mi caso, que he trabajado en tributos de otros músicos y si hay una canción que me cuadre, trabajarla hasta el punto de hacerla sentir como una canción propia, pues se hace. Y eso es lo que ha pasado. Gente como los que tu mencionas y gente con la que tampoco tengo mucha relación como Amaral, Iván (Ferreiro)… bueno, con Iván sí, lo he visto dos o tres veces, pero Amaral y otros colegas con la que no tengo mucha relación han cogido canciones que a ellos les parecía que podían hacer.
La verdad que en ese sentido el disco me ha gustado mucho. Están mis viejos amigos, compañeros míos de aventuras como son Serrat, Víctor y Ana y Joaquín (Sabina) que digamos esos son mi círculo natural. O gente como Javier Ruibal, al que tengo muchísimo cariño y gran admiración. Pero resumiendo, el tributo me ha gustado mucho, tengo que decir gracias aunque no haya intervenido para nada ni en la selección de los temas ni en la de los artistas. Lo único que puedo añadir es que nunca he participado en un tributo a un compañero si, además, no lo admiraba. Estas cosas sólo se hacen así.

Y para terminar. Ahora que la gira va a ir acabando y te vas a ir… ¿Qué vas a extrañar de todo esto?
¿Qué voy a extrañar? Pues hombre, el hecho de tocar. Pero eso lo puedo solucionar porque voy a hacer una fundación que se llamará Solidarirock y a través de ella voy a cantar no tan seguido como ahora ni yo solo, por supuesto, pero sí colaborando con gente. No haré un concierto entero, cantaré varios temas con otros amigos a favor de ONG de las que me llaman para colaborar y ahora me cuesta más trabajo hacerlo porque estoy trabajando más en lo mío, aunque casi nunca se tiene un no por respuesta. Cuando acabe esto en 2011 tendré libertad para hacer todo ese tipo de cosas. Devolverle algo a la sociedad y matar el gusanillo de cantar. Porque cantar es muy gratificante, es algo físico con unas sensaciones realmente placenteras que te producen una cierta alegría muy especial. Pero como todo lo que engancha te cuesta, nada es gratis.
Pero hay muchas más cosas que hacer, yo no me voy a desvincular de la música en el sentido amateur (de amante), pero lo que no haré es estar ya en el mercado de la carretera. Lo que sí quiero es tener tiempo para mi, pensar no como persona pública sino como ser privado. Tener esa otra vertiente y prepararme que el aprendizaje en la vida es para siempre (risas).

¿A quién le estás tan agradecido de estar donde estás?
Pues la verdad, Charly, yo le estoy muy agradecido a la gente que me ha traído hasta aquí, el público más que a nadie porque son los que me han mantenido durante casi cincuenta años viviendo de la música, haciendo la música que yo quería, liberarme de las dictaduras y de las compañías de discos muy pronto, pagándome el alquiler del apartamento… Todo eso se lo debo a la peña que me ha subido y son, en definitiva, a los únicos que les debo algo. Son mis mecenas.

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